Nunca podremos conocer del todo a una persona, un lugar o una historia. Quizá, reflexiona Iacopo Pasqui, en el misterio de la incomprensión resida la magnitud de la vida, esa energía vital que hace al mundo impredecible e ilógico. A veces no es necesario entender un gesto bello; basta con percibir su belleza. Así es la vida: auténtica o falsa, saciada o miserable, desbordante o vacía.
Inspirado por los ángeles de Wenders, que decidieron hacerse humanos para tocar la vida y escapar de su visión estéril en blanco y negro, Pasqui se embarcó en su propio viaje para explorar la esencia de lo humano. Así nace el foto libro «Der Engel». Cuando llegó por primera vez a Łódź, la ciudad le evocó el Berlín Este. En casi cuatro años de viajes breves pero intensos, el autor recopiló huellas de lo que lo conmovió. En sus fotografías buscaba palabras: ligeras, evanescentes, parcas y evocadoras, que captaran la vida en toda su profundidad.