La fotografía de Alejandra Amere (Córdoba, 1992) tiene mucho de lo cotidiano, del costumbrismo, de andar por casa pero con un toque mágico u onírico, que se refleja en los colores y las texturas. Le inspiran mucho las abuelas y sus casas, sus cocinas, lo puro en bruto. Frutas, flores, miradas, la piel, las maneras, los cuerpos. De pequeña se crió en lajudería de Córdoba, junto a la mezquita, el recuerdo de los naranjos lo tiene muy presente. Los bodegones le suscitan eso, un viaje a la infancia, lo antiguo en la esencia. Y en su trabajo todos esos recuerdos los baña con una pincelada de ensoñación y frescura del ahora.
Ha trabajado como fotógrafa con marcas como Palomo Spain, Leandro Cano, Teatro de la Maestranza o Rosa Cerdo entre otras. Actualmente está desarrollando su carrera artística independiente. Vive y trabaja entre Madrid y Sevilla.