«El conocimiento del yo interior como la única herramienta para la autorrealización, para aceptar estoicamente la condición humana en todas sus turbulencias: eso es lo que los antiguos griegos solían llamar «Oikeiôsis».
La misma palabra fue elegida por Mara Palena para nombrar un proyecto que se despliega a lo largo de la existencia. Las imágenes analógicas tomadas por la artista desde su infancia hasta hoy no siguen ningún precepto externo. En cambio, están sometidas a una alteración continua que parece controlada por un estado individual de conciencia: a veces frágil y melancólico, a veces romántico, a veces incisivo o incluso violento, pero nunca tangible, como la memoria misma.
Este cuerpo infinito de obras fotográficas es el cuerpo real de la artista, cuyas células son las intuiciones poéticas que han marcado el paso del tiempo.
Este cuerpo se ofrece al colectivo al acoger al espectador en un gran archivo mnemónico compartido, donde cada imagen despierta un sentido de empatía en la experiencia de vida.
Imagen tras imagen, la artista reescribe esa hoja en blanco que es, al mismo tiempo, vida y muerte, amor y repulsión, moda y desuso, reelaboración y aceptación, singularidad y multitud.»
Matilde Scaramellini