Del 19 de Octubre 2023 al 18 de Noviembre 2023

El título, tomado del poema de Walt Whitman “Canto a mí mismo” nos introduce en los proyectos de dos mujeres artistas que utilizan la herramienta fotográfica para multiplicar su cuerpo, descomponerlo, enmascararlo y reproducirlo sin límites preconcebidos.
El propósito es indagar en el yo, en sus debilidades y contradicciones, pero también en su historia y capacidad de hibridación. Convertirse en otra, en mezcla, en muchas. Flexibilizar los bordes y reinventarse.
La identidad se manifiesta en el presente continuo arroyada por la inmediatez de la cotidianidad, por eso es necesario pararse de vez en cuando, ver sus variadas dimensiones y cuestionar la coherencia entre ellas. Ana Matey e Irene Zottola emprenden esta tarea desde la experimentación con antiguas técnicas fotográficas (Van Dyke, cianotipia, quimigrama, fotograma) que implican un procedimiento de ensayo y error prolongado y la inclusión del factor sorpresa en los resultados. La investigación matérica y procesual en las imágenes obtiene su correspondencia reflexiva en la búsqueda identitaria: los tiempos lentos y caminos fortuitos revelan facetas y matices del yo desconocidos hasta el momento. De alguna manera, actúan como un espejo de la realidad interna que amplía su alcance y evidencia su polimorfismo.
En la serie Evolución: dar vueltas hacia afuera, Ana Matey se comprende a partir de un conjunto de elementos que se combinan para dar lugar a seres híbridos cercanos a la ficción. Su modus operandi consiste en largos periodos caminando y recolectando de forma casi obsesiva. Al principio recopila restos orgánicos de pétalos y flores caídas rescatadas de tres continentes.
Entre las localizaciones se encuentran Marruecos, México, Puerto Rico, Paraguay, Brasil y distintos países de Europa. Con el tiempo introduce el cuerpo humano a través de sus propias radiografías fragmentadas y, finalmente, añade residuos tecnológicos, desde interiores de teclados hasta ratones de ordenador. Fiel al discurso que impregna toda su obra, busca el equilibrio entre lo natural y lo artificial mediante procesos no invasivos.
El método cuestiona la fotografía en sí misma al no haber utilizado cámara en ningún caso. Las imágenes se obtienen a partir de quimigramas y fotogramas, revelados con las técnicas de la cianotipia y Van Dyke, en los que dibuja con los químicos y aporta las texturas de los distintos pétalos, plantas y placas médicas. La experiencia del recorrido en la memoria y el cuerpo se traduce en impresiones sensoriales que se trasladan a los objetos configurando posibles capas del ser.
La concatenación de gestos corporales similares, mostrados a una distancia mínima, es la clave del proyecto de Irene Zottola Nadie es visible sobre la tierra. El título se corresponde con un verso del poema El abandono de la argentina Alejandra Pizarnik y alude a la fragilidad que nos define como individuos apenas perceptibles en la inmensidad del espacio tiempo. En resonancia con uno de los versos, los autorretratos de Zottola escenifican un “abandono en suspenso” materializado a través de la delicadeza y la transparencia del papel japonés.
En las imágenes, la artista nos muestra diferentes secuencias de su yo en un ejercicio experimental e introspectivo que desemboca en la repetición dinámica de su figura. Zottola se expande y contrae, se deja caer, avanza en círculos, se cruza con su doble, se desvanece y emerge con fuerza. Abre y cierra el telón de la subjetividad.
Es luz y sombra, líder y seguidora, una y todas. Su desnudez enfatiza el aspecto vulnerable del cuerpo expuesto a la arbitrariedad vital de los habitantes del mundo. En resonancia conceptual con el discurso, las copias están hechas a mano mediante el procedimiento fotográfico monocromo de la cianotipia, usando sustancias como el café y el té en el virado para aportarles un aspecto terroso. La artista juega con pliegues y superposiciones para acentuar el sentido cinético y fusionar los sedimentos de su existencia en una sola piel.
Texto de Nerea Ubieto
Ana Matey



Anta Matey (Madrid, 1978) es artista visual, performer, fotógrafa y dinamizadora cultural independiente. Estudia Comunicación Audiovisual, Imagen, Fotografía y danza Butoh. A destacar los talleres realizados con los artistas Isidoro Valcárcel Medina, Bartolomé Ferrando, Wade Matthews, Masaki Iwana, Groupe du Vent, Nieves Correa, Concha Jerez y José Iges.
Su carrera profesional comienza en el 2001 con su primera exposición individual y desde el 2006 se dedica intensamente al arte de acción en vivo. Su obra se centra en el arte de acción mostrándose tanto en vivo, como a través de distintos medios como son el libro de artista, la fotografía, instalación, vídeo y dibujo.
Su obra ha sido expuesta en museos, galerías, teatros y espacios alternativos, tanto a nivel nacional como internacional, por casi toda España, por Europa en Portugal, Inglaterra, Irlanda, Francia, Italia, Alemania, Hungría, Croacia, Bosnia, Holanda, Polonia, Noruega y Finlandia, México, Republica Dominicana, Canadá, Marruecos, Indonesia y Japón. A destacar en el Museo Guggenheim (Bilbao), Matadero Madrid, Museo Reina Sofía (Madrid), CentroCentro (Madrid), Centro Conde Duque (Madrid), Centro de Arte José Guerrero (Granada), Centro de Arte La Regenta (Las Palmas), Museo Santa Cruz (Toledo), “Cuerpo-Poder” Pasaje de Fuencarral (Madrid), FADO (Toronto), Galería RATS (Montreal), Instituto Cervantes (Berlin), Teatro Universum (Helsinki), Galería ANX (Oslo), Galería Catalist Art (Belfast), Galería Sesama (Yogyakarta/Indonesia), Centro de Arte Moderno (Tetuán), Museo Verbum (Vigo), Museo MACA (Alicante), Galería Kulturpalast (Berlin), Museo Vostell Malpartida (Cáceres), etc.
Cofundadora de ELCarromato entre el 2006 y 2010, colectivo de fotógrafos y espacio multidisciplinar que existió durante cinco años en el Barrio de las Letras en Madrid. Durante esos años se gestó ARTóN junto con Paco Nogales, un encuentro mensual dedicado a la práctica, promoción, investigación y documentación del arte de acción que perdura hasta el año 2014. En el 2012 cofunda EXCHANGE Live Art proyecto de investigación y creación colectiva junto con la artista Isabel León y MATSUcreación (2012/Actual) su casa-taller y espacio abierto al encuentro entre arte y naturaleza a través de laboratorios y distintas actividades.
Ana Matey es invitada a participar en mesas redondas, charlas y presentaciones de su trabajo de manera periódica; las últimas en CentroCentro durante Feminis-Arte IV, la Casa de las Conchas en Salamanca, Matadero Madrid, la Universidad de Bellas Artes y Espacio b en Madrid; en el Museo de Arte Contemporáneo MACA en Alicante, entre otras.
Desde el 2010 su obra es apoyada por becas y proyectos de residencia, a destacar la EEA de la Embajada de Noruega en España, la Fundación Kone en FinlandiaFADO en Canadá.
Irene Zottola



Irene Zottola (Madrid, 1986) como educadora social, utiliza la imagen como herramienta educativa con colectivos en situación de vulnerabilidad. Como creadora, explora de forma autodidacta los límites de la fotografía analógica donde la naturaleza, memoria e identidad están presentes en sus imágenes, de carácter onírico y poético, acompañadas a menudo con texto.
Aprendiz del colectivo Slow Photo, su trabajo ha sido expuesto en museos, ferias y festivales de Bilbao, Barcelona, Madrid, Italia y Marruecos.
Forma parte de la Plataforma para la creación de un Centro Nacional de la Imagen, ha recibido una de las últimas Ayudas a la Creación otorgadas por VEGAP con la que ha empezado un nuevo proyecto en París y fue una de las artistas seleccionadas para las becas otorgadas por BBK Art(e)gileak con una propuesta basada en la fotografía participativa.
Es una de las autoras que forma parte Misión Región, proyecto coordinado por el fotógrafo Paco Gómez que pretende retratar el patrimonio y paisaje de todos los municipios de la Comunidad de Madrid.
Ganadora en 2020 de la V Edición del Certamen Fotocanal organizado por la Comunidad de Madrid, ha publicado con Ediciones Anómalas Ícaro, seleccionado por PhotoEspaña como uno de los mejores fotolibros del año 2021 en Categoría Nacional.